27 abr de 2009

LAS MUJERES “HABLAN” EN LA OBRA DE BOQUITAS PINTADAS

En el presente trabajo se pretende mostrar el retrato de la mujer en la obra de “boquitas pintadas”. Se puede afirmar que la mujer juega un papel importante en todo el recorrido en la citada obra. Este mismo sería una de las caracterizaciones de Manuel Puig al entrar en la cotidianidad de la vida de las mujeres de su época. Esta cotidianidad que refleja el comportamiento social de las mujeres en todos los tiempos y lugares que pocos autores tocan a profundidad.
Es importante resaltar esa caracterización del autor en basar el hilo conductor mirando más las actitudes de la feminidad, este pretensión siempre puede resultar difícil para un escritor por el mismo hecho de que “la historia de las mujeres no es una historia simple, las mujeres componen su propio sistema de percepción y exteriorización de la vida”
[1]; por lo tanto advertimos, quizá nos resulte dificultoso entrar en la profundidad misma de los diferentes aspectos; ya que nos basaremos en extrapolar imágenes donde especialmente las mujeres sean parte de la acción.
Las mujeres que se manifiestan con su voz propia en la obra en sus diferentes medios literarios nos dejan ver toda las verdades de la vida cotidiana, esa cotidianidad lo que la sociedad intenta ocultar con las normas morales consideradas como buenas costumbres. Los diálogos sutiles que se ameniza entre las mujeres son las que rompen con esa sociedad que aparenta ser, así nos lo reflejan muchos pasajes.
El ámbito social que nos fulgura la obra es la inflexibilidad de las jerarquías sociales, la intolerancia hacia las mujeres y el comportamiento de la hipocresía. Como que la conversación de las mujeres a través de los medios literarios (cartas, recortes de revistas, escenas de película, etc.) desenmascaran los comportamientos que la sociedad trata de solapar.
El contexto en la que vive el autor nos sitúa es, el escaso acceso de las mujeres a los trabajos importantes por la misma limitación de tener una profesión, en la que apenas se menciona a Nélida como enfermera, maestra como la que nos lo pinta a la figura de Mabel. O a lo mejor las mujeres de bajo estrato social se dedicaban sencillamente a labores como empleadas, lavanderas y otros.
Las mujeres narran sus anhelos y su disconformidad con el machismo y el patriarcado de la época, es como las mujeres nos gritaran desde su opresión femenina:
“Hoy sábado a la tarde, conseguí que mi marido se llevara a los chicos al partido que juegan aquí cerca nomás, en la cancha de River, a Dios gracias me quedé sola un poco porque si mi marido me llegaba a recriminar otra vez lo mismo no sé qué le contestaba. Dice que ando con cara agria.”
[2]
De la misma forma la obra nos hace entrever el papel de las mujeres como amas de casa, que se empeñan a las labores cotidianas tal como nos lo cita en una de las muchas cartas en la boca de Nélida “Yo a la mañana voy a la feria a hacer las compras y cocino, mientras las muchacha me hace la limpieza… Por suerte la muchacha recién se va su casa después de lavarme los platos,…”
[3].
Otro aspecto que nos muestra es la fineza y la delicadeza maternal, a pesar de la actitud contradictoria de los hijos, esposo o cualquier hombre, frente a ello se muestran amables y pacientes, “… su madre golpeó a la puerta entró al cuarto. Juan Carlos no contestó a las palabras cariñosas de su madre”
[4]. La actitud maternal de Raba hacia su hijo, a pesar de ser madre soltera.
Siguiendo esta secuencia podemos rescatar también al amor sentimental, especialmente manifestada en Nené que vive sumergido en ese amor que sueña antes y después de la muerte de Juan Carlos, el que antes había sido su amante. Por ese sentimiento de amor profundo llega a perdonar las infidelidades del mozo Etchapare. Lo mismo que Raba por amor a Pancho (padre de su hijo) oculta la información de delatar como el padre de su hijo para no perjudicar en su preparación como futuro Policía en Buenos Aires.
Este amor sentimental se expresa en sus diferentes facetas, un amor que implica sacrificio, los deseos de encuentros nocturnos, las frustraciones al mismo tiempo. Ese amor también que traspasa los estatus de la clase social, así Mabel con sus amoríos con Pancho que éste era un pobre policía. Nené que escala a una clase más decente y citadino al casarse con Massa. Los amoríos de Juan Carlos con la viuda Di Carlo. Son tales hechos que nos demuestran pasajes de amor, quizá mucho más pasional.
No se puede prescindir de las paradojas existentes en la vida, “[refiriéndose a Pascal] contempló la vida humana en términos de paradojas: la personalidad humana, que combina mente y cuerpo, es en sí misma paradoja y contradicción”
[5]. Puig nos retrata con naturalidad que el ser humano se manifiesta en sus acciones de diferentes maneras, así pues si la mujer posee actitudes virtuosas también es el otro rostro; muchas veces marcadas por tentaciones e infidelidades:
“Contó una vez que él la besó, y después de eso comenzaron a salir en secreto, (vale aclarar que el doctor era casado y tenía dos hijos) hasta que se dio cuenta la mujer del doctor y ella tuvo que buscarse otro trabajo.”
[6]
La figura de Mabel que comienza a tener amoríos con Pancho, quienes junto a Rabá nos los muestran una escena de crimen y suspenso.
Es de la misma forma que nos muestran las escenas de envidia donde protagonizan las mujeres, Celina que pinta de figura hipócrita y envidiosa la que intenta romper el matrimonio de Massa, la malévola intención de desintegrar la familia:
“Señor aquí le mando estas cartas para que entere de quien es su esposa. Ella a mí me hizo un gran mal y no voy a dejar que lo haga a usted o quien sea, sin recibir el castigo que merece…”
[7].
Que antes había sido también un obstáculo para el romance de Nélida y Juan Carlos. Ese mismo deseo de destruir la vida de los demás al ocultar la carta de pésame por la muerte de Juan Carlos, enviada a Dña. Leonor.

Nos encontramos con la imagen de mujeres que viven frustraciones cotidianas, “Ando muy demacrada de cara. A los chicos les digo que tengo dolor de cabeza, así me dejan un rato tranquila.”
[8]. El descontento por sus labores cotidianas y este mismo parecer descubrir el cansancio de prototipos de la época. Que el autor bien sutilmente nos hace ver unas mujeres que viven como de carne y hueso con su virtudes en tanto también con toda las actitudes consideradas como “inmoralidades”.
La obra nos muestra personajes femeninos que idealizan diferentes aspectos Nené que parecer que encarna esas mujeres que idealizan el amor, hasta que dejar de lado la enfermedad de su novio, de sus defectos y sus actitudes de donjuanismo. Raba se presenta como si esas mujeres humildes que toleran muchas veces las imposiciones de los patrones y aunque al final termina asesinando a Pancho por su infidelidad y da la sensación de justificarse su crimen. Mabel que muestra ser más culta (vista desde la sociedad), atento a las cosas últimas.
Las conversaciones intimas, cuestiones de secretos y expresiones de confianza se resaltan con bastante frecuente sobre todo en las mujeres. Así las confesiones en las cartas de Nené hacia Dña. Leonor “…con nadie se puede hablar de Juan Carlos,…”
[9]. Las conversaciones por el teléfono entre Raba y Nélida que nos muestran la confianza y la promesa “Raba prométeme que Mabel tampoco le vas a contar que viste la casa”[10]. Las amistades marcadas por la confianza y intimidad en caso de Leonor y Nené, “habré encontrado en ti otra hija”[11]
Hay temas que no se puede dejar al margen como ser la soledad, la muerte y la religiosidad en la que las mujeres protagonizan.
A pesar que la obra muestra escenas de bastante movimiento, hay personas que viven la soledad: el silencio de Di Carlo, el consuelo en las cartas a Leonor de Nené y su vida marcada por los recuerdos con su ex-novio fallecido más que sentirse cerca de su esposo.
El tema de la muerte es tocada con bastante frecuencia, formando así la mujer como parte de esas acciones; el asesinato de Pancho, “Antonia José Ramírez, de veinticuatro años de edad, confesó haber dado muerte al suboficial de Policía Francisco Catalino Páez…”
[12]. “ ‘NELIDA ENTIQUETA FERNANDEZ DE MASSA, Q.E.P.D. falleció el 15 de septiembre de 1968…’”[13]
Uno de los detalles que no se puede obviar es la religiosidad de las mujeres desde diferentes puntos de vista que refleja una sociedad marcada por el catolicismo, “Dios del alma, ayúdame en este momento, que se me fue mijito, y no aguanto de la pena…”
[14]. La confesiones de Mabel ante el sacerdote, “Padre tengo muchos pecados que confesar”[15]. Los detalles de las habitaciones de costumbre que llevan crucifijo, “… con la cabecera pegada a la pared y encima un crucifijo con la cruz de madera y el Cristo de bronce…”[16]
Para concluir podemos rescatar como primer aspecto, la obra entreabre con una breve introducción sobre el fallecimiento de Juan Carlos, seguida de cartas de Nélida que emprende a narrar todos los acontecimientos de la obra y termina con los fragmentos de cartas escritas por Juan Carlos a su novia. Podemos decir que la figura femenina de Nélida es portante como el hilo conductor de la obra.
Puig deja que ellas (las mujeres) sean protagonistas y relatores de esa vida femenina en una sociedad patriarcal. Es así que se intentó extrapolar las escenas importantes donde las mujeres se manifiestan en las diferentes escenas de amor, pasión, envidia, soledad, muerte, rutina, etc. Todos estos temas forman parte de la novela y “todo esta conectado con todo”
[17]. Esa red de significaciones es tan amplia que se le pudiera llamar, simplemente, la vida y en el caso de ensayo, la vida de las mujeres.


Bibliografía

GARGATAGLI, Marieta, “Cine y Oralidad femenina en Manuel Puig”, 2001.
PUIG, Manuel, “boquitas pintadas”, Ed. Adobe S. A., Lima, Perú, 2000.

TOLEDO, Aída. “Boquitas Pintadas de Manuel Puig y sus estrategias narrativa epistolares dentro de un contexto moderno”, Ed. Cien veces una, # 56, agosto 2006.

ZAVALA, Lauro, “Cómo estudiar el cuento (con una guía para analizar mini ficción y
Cine)”, Guatemala, Ed. Palo de Hormigo, 2002.
Microsoft Encarta, 2008. 1993-2007.
[1] FIGUEROA, “Lorena, Tierra, Indio y Mujer pensamiento”, pp. 22.
[2] PUIG, Manuel, Pág. 27.
[3] PUIG, Manuel, Pág. 18,19.
[4] PUIG, Manuel, Pág. 59.
[5] “Existencialismo.”, Microsoft® Student 2008 [DVD]. Microsoft Corporation, 2007.
[6] GARGATAGLI, Marieta, Cine y Oralidad femenina en Manuel Puig, pp.5.
[7] PUIG, Manuel, Pág. 217.
[8] PUIG, Manuel, Pág. 19.
[9] PUIG, Manuel, Pág. 11.
[10] PUIG, Manuel, Pág. 149.
[11] PUIG, Manuel, Pág. 217.
[12] PUIG, Manuel, pp. 171.
[13] PUIG, Manuel, Pág. 231.
[14] PUIG, Manuel, Pág. 209.
[15] PUIG, Manuel, Pág. 199.
[16] PUIG, Manuel, Pág. 39.
[17] ZABALA, Lauro, “Cómo estudiar el cuento (con una guía para analizar mini ficción y cine)”, Guatemala, Ed. Palo de Hormigo, 2002, p. 9.

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